Un rollo de cartón, remanente de un papel de baño, se convierte en las manos de Yuken Teruya en un juego de luz y sombras. El nivel de detalle preciosista y a la vez mínimo tenía que ser japonés, por supuesto. Admirable la transformación de algo considerado basura en una obra de arte.
fuente: booooooom.com
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