viernes, enero 09, 2009

Simplicidad noruega


El hotel Kirkenes en Noruega es la prueba de que bueno, bonito y barato (y rápido) si es posible. El arquitecto Sami Rintala respondió a la necesidad de un hotel en esta zona alejada (casi en la frontera con Rusia). El hotel tiene un recibidor, una habitación sencilla y una habitación doble para albergar a pescadores, marineros y mochileros que visitan la región.

Construido en madera sobre una base ligera de ladrillo, el interior está pintado en blanco para maximizar la luz (y el calor). El exterior, por el contrario, esta pintado en negro para atrapar la mayor cantidad de calor del sol e imitar las piedras de la rocosa costa. En la lateral el diseño incorpora una H para distinguir este pequeño hotel desde una gran distancia (por ejemplo, desde el mar de Barents).

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